viernes, 18 de diciembre de 2015

Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:


Ya sé que últimamente hemos perdido el contacto y que resultaría una insolencia por mi parte que, después de tanto tiempo, volviera a vosotros solo para mi propio interés, pero, si me lo permitís o incluso si no, me voy a tomar la libertad de hacerlo. Seamos políticamente incorrectos por una vez. 

Han pasado ya siete años desde que nos escribimos por última vez. Siete largos años. Ni os imagináis cuánto ha cambiado todo. Ahora, en mis cumpleaños, la tarta lleva siete velas más, mis preocupaciones han pasado de "con qué juguete jugaré hoy" a "con cual de mis emociones jugarán hoy", he sustituido maquillar a las muñecas por maquillar mis sentimientos, he aprendido a dibujar sin salirme de las líneas y que lo importante de competir no es participar, que las personas vienen y van y vuelven a venir, que hay lugares que se siente como un hogar incluso aunque nunca los hayas pisado, que hay quien no merece la pena y quien merece la infinidad, que no eliges a quien amar ni quien te ama te elige a ti, que las emociones fuertes son las que marcan la diferencia, que la vida no es una suma de casualidades, sino el resultado de tus propias decisiones. 

Ahora vivo en mi propio planeta porque me cansé de un mundo donde todo tiene fecha de caducidad. Más concretamente, ahora vivo en el país más pequeño que jamás exista, aquel que termina donde lo hacen mis pies. Me mudé porque aquí vivir, soñar, amar, sentir y sobretodo, ser feliz, se consideran verbos de necesidad básica. 

Os escribo para pediros que no dejéis que nada ni nadie se vuelva a llevar mi ilusión. Nunca más. Sí, esa misma ilusión con la que cada 5 de enero os esperaba impaciente desde la profundidad de mis sueños mientras un nuevo día asomaba cargado de regalos bajo el árbol que pronto daría en desuso y dejarían de tener todo el valor que alguna vez les pude dar. 

A vosotros, que sois magos, os pido un poco de vuestra magia que me haga volver a creer en las hadas y en los monstruos que habitan bajo la cama. También os pido un poco de magia para volver a creer en la humanidad, corrompida por muertos vivientes, criaturas de la oscuridad y demás seres que se alimentan de toda energía positiva. A ellos, llevadle un poco de todo lo que yo he sido capa de encontrar. A mí, la tranquilidad de saber que aún quedan formas de arreglar este desastre llamado Tierra. 




                                       
 Atentamente, 
una ciudadana de su propio planeta. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario